El pasado 4 de diciembre de 2016 fue una gran fiesta en La Zarza de Pumareda, mi pueblo natal.
Todos estuvimos de MATANZA. En mi niñez era suficiente motivo para no ir a escuela. – Fulano y mengano, ayer no vinisteis a la escuela, preguntaba el maestro - Es que estuvimos de MATANZA.
Todos estuvimos de MATANZA. En mi niñez era suficiente motivo para no ir a escuela. – Fulano y mengano, ayer no vinisteis a la escuela, preguntaba el maestro - Es que estuvimos de MATANZA.
Desde muy temprano, los organizadores, voluntarios y VOLUNTARIAS, se afanaban en poner todo en orden: Atizar los fuegos, calderos para calentar agua, como antes que no salía del grifo, como ahora, artesas, mesas, cuchillos, etc. Cada uno a su tarea, dio como resultado la gran fiesta que fue.
La Veterinaria, Inés, dio interesantísimas explicaciones sobre el control de la sanidad animal, más concretamente del cerdo.
Jesús, apoyado con imágenes, explicó de manera magistral todo lo relacionado con la matanza del cerdo y las diversas costumbres y tradiciones en distintos países y religiones.
Hubo rosquillas y aguardiente, bizcochos y churros. También “chichas” (“probadura”, en zarceño), panceta, y patatas “meneás” (“mecidas”).
Una vez tenido el resultado veterinario que la carne era apta para el consumo, se procedió a la subasta de todas partes salidas del despiece.
Mejor es que veáis el video adjunto donde encontraréis curiosos detalles; hasta un intento de “mennenquin challenge” (TOS QUIETOS, en zarceño).
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